L'Ametlla de Mar, siempre cerca de ti

Tranquilidad, mar, playas, experiencias, buena gastronomía, ... es lo que nos ocurre al pensar en L'Ametlla de Mar, un paisaje idílico cerca de casa. Situada en el Golfo de Sant Jordi, en el sur de Catalunya, en las Terres de l'Ebre y junto a la Costa Dorada, L'Ametlla de Mar es capaz de captar la atención de cualquiera que se acerque a visitarla ya sea por tierra o por mar.

A lo largo de sus 17 km de costa encontramos rincones únicos, playas rodeadas de naturaleza, acompañadas de pinos en la misma orilla del mar, playas escondidas debajo de acantilados, y el camino de ronda del GR92 que a lo largo de su recorrido, nos las muestra una por una.

En el núcleo de L'Ametlla de Mar podemos encontrar tres playas. La primera, en la zona sur, es Cala Pepo y desde donde podríamos empezar el camino de ronda GR92. Situado junto al Club Náutico de L'Ametlla de Mar, encontramos un pequeño paseo desde donde podemos disfrutar de unas fantásticas vistas de la población, a la vez que podremos observar y sentir el constante movimiento de barcas entrando y saliendo del puerto. Su fachada marítima típica pescadora, acapara los flashes de los visitantes que llegan al puerto de pescadores encantados por su aspecto típico marinero. Por la tarde, la atracción va en aumento, la entrada de las barcas que llegan a puerto después de todo el día de trabajo y la subasta del pescado atraen las miradas de las personas que pasean por el puerto. Si continuamos caminando por la pasarela de madera qdel puerto nos encontraremos la playa del Alguer, integrada dentro de la población y que nos enlaza a través del paseo marítimo con la tercera playa urbana, la playa de Pixavaques, desde donde podremos observar la costa norte hasta la cabecera del Estany Tort, e incluso en días claros, se puede ver el cabo de Salou.

La población

La actual población de la Ametlla de Mar se mueve en torno a los 7.500 habitantes. La mayoría residen en el casco urbano. Acompaña al núcleo las urbanizaciones de Roques Daurades, las Tres Cales, Calafat y Sant Jordi, lugares donde, sobre todo en época estival se alojan gran parte de los turistas que deciden pasar el verano en l'Ametlla de Mar.

Urbanización Calafat

Los orígenes

Fue alrededor de 1775 cuando el pescador Juan Bautista Gallart, acompañado de su familia, desembarcó en la desierta cala de L'Ametlla. Le siguieron otras familias valencianas que aprovechando las buenas capturas de pescado y el viento que soplaba y empujaba las barcas de vela, fueron formando la pequeña población que más tarde se llamaría L'Ametlla de Mar.

Una de las primeras fotografías de l'Ametlla

El mar y la costa

Diecisiete son los km que podemos recorrer a lo largo del camino de ronda GR92 que bordea toda la costa y una treintena de calas las que podemos encontrar. Costa característica por sus rocas agrietadas, por su naturaleza, por sus pinos que en muchas ocasiones llegan hasta la orilla del mar, costa que es una de las más vírgenes de la costa catalana. En los últimos años ha visto aumentada la afluencia de viajeros que vienen en busca de su riqueza natural.

Si nos desplazamos hacia el sur, encontraremos la zona más virgen de la población. Hecho que demuestra las 7 banderas verdes que año tras año le son otorgadas. Este distintivo pone en valor la calidad medioambiental donde la intervención humana es poca o nula. En esta parte, podremos encontrar 6 de las 7 banderas otorgadas:

• La Cala de Santes Creus, poseedora de las lagunas naturales del Barranco de Santes Creus, integradas dentro del PEIN, Plan de protección de lugares de interés natural y uno de los principales valores de la población.
  
  
• L'Estany Podrit, pequeña playa de guijarros y donde podemos encontrar una de las imágenes más características de L'Ametlla de Mar, dos pinos encima mismo de la playa, casi al lado del mar.
  
  
• Cala de l'Illot. Muchos de los visitantes de L'Ametlla vienen atraídos por esta fantástica cala, que muchas veces han visto en algún vídeo, foto, imagen, etc. Podríamos decir que es uno de los tesoros de la villa. Enorme islote con una vegetación exuberante, tiene una característica: hay años que se puede acceder andando, ya que el nivel del mar nos lo permite y es entonces cuando se puede observar como una península unida a la tierra por una pequeña playa, y hay otros años que no nos lo permite, ya que esta pequeña playa desaparece y solo se puede acceder a nado.
  
  
• Port Olivet. Podemos acceder a ella por un camino al lado del mar que nos acompaña desde su vecina playa, la playa del Port de l'Estany. Durante el recorrido, podemos encontrar restos que la Guerra Civil dejó en nuestra costa, como son las Fortificaciones, la llamada batería de la costa, escondida en un frondoso bosque de pinos, situado entre las dos playas y que tiene un gran valor histórico.
  
  
• Cala Llenya. Justo al lado de la Cala de Santes Creus y sus lagunas, nos encontramos Cala Llenya, escondida bajo de unos acantilados, característica que la diferencian del resto de playas. Es una playa de guijarros, acogedora, recogida, que nos sorprende cuando la vamos descubriendo desde el camino de ronda.
  
  
• Cala de l'Àliga. Pequeña cala situada casi en el extremo sur de la población, justo al lado de la playa también llamada del Águila y que parte el término con la vecina población del Perelló. La Caleta es de difícil acceso, por lo que se suele acceder por el camino de ronda, lo que hace que sea una playa tranquila.
  
  

Cala de Santes Creus

Cala de la Llenya

L'Illot

Ya en la zona norte, nos encontramos, en su gran mayoría, playas de arena fina envueltas por una densa vegetación, con pinos y aguas cristalinas como únicos acompañantes. Sin embargo, una de las primeras que nos encontramos, el Torrent del Pi, es una playa de guijarros, alargada, virgen, con una laguna y que también forma parte del Plan de Espacios de Interés Natural.

Acompañando al Torrent del Pi en la zona norte nos encontramos calas como:

• L'Estany Tort, escondida entre la pequeña urbanización de Cala Nova y la playa Xelín. Poseedora también de una laguna, donde recientemente se ha introducido la especie del samaruc y el fartet para restaurar la población, es la playa donde antaño se desplazaba la población el lunes de Pascua para comerse la mona.
  
  
• Un poco más al norte, nos encontramos la Cala Xelín, una de las más visitadas y fotografiadas por los amantes de la naturaleza y la tranquilidad. Escondida también bajo un acantilado, podríamos considerarla como una de las más idílicas de todo el litoral.
  
  
• Más al norte, se encuentran las calas más turísticas o más frecuentadas del municipio, nos encontramos Calaforn, Cala Vidre y la playa de Sant Jordi, esta última la distinguiremos rápidamente por estar vigilada por el Castillo de Sant Jordi d'Alfama, antigua fortaleza de defensa construida en la primera mitad del siglo XVIII y que fue sede de la Orden de San Jorge de Alfama.
  
  
• Muy cerca de estas últimas y ya llegando casi a la Urbanización de Calafat, nos encontramos con la cala o Ribellet un conjunto de tres playas de arena fina en forma de lengua que van a parar al mar, acompañadas de un frondoso bosque de pinos.
  
  
• Ya dentro de la Urbanización de Calafat nos encontramos primero la Cala Calafató, un rincón paradisíaco situado entre profundos acantilados y también rodeada por una vegetación mayoritariamente de pinos. Y por último, y casi ya a partir de término municipal, nos encontramos la Cala de Calafat, situada dentro al mismo puerto Náutico y precedida por Cala Llobeta pequeña cala idílica de arena más gruesa y de algún pequeño guijarro.
  
  

Cala Xelín

Cala Calafató

Las actividades

En los últimos años, se han creado varias empresas de actividades en L'Ametlla de Mar. El aumento del turismo amante de las experiencias, la ideal costa para practicarlas y las buenas condiciones climatológicas la mayor parte del año, han hecho que haya habido un aumento del número de empresas y variedad de actividades.

Gracias a esta situación, surgió la creación del "AmetlladeMarExperience", que agrupa todas las empresas de actividades que ofrecen un amplio abanico de propuestas de ocio para disfrutar del Mar Mediterráneo y de la naturaleza que rodea las costas de L'Ametlla de Mar.

Entre las muchas actividades que podemos encontrar destacamos el snorkel y el buceo, actividades que gozan de una costa y de una fauna y flora acuática perfectas en nuestras aguas, gracias entre otras cosas por la gran pradera de posidonia, una de las más amplias y grandes de la costa Mediterránea y que podemos disfrutar en frente mismo de L'Ametlla de Mar.

También podemos destacar el Tuna Tour, experiencia única en el mundo y que consta en viajar con un catamarán en unas piscinas situadas en 2.5 millas de la costa con atunes rojos gigantes y nadar con uno de ellos. Durante el recorrido en catamarán, nos explicarán la vida, la alimentación, la reproducción y las costumbres de estos túnidos, los más grandes de su especie.

El senderismo a lo largo del camino de ronda, que forma parte del GR 92 de gran recorrido, y que recorre el litoral, también ha visto aumentado el número de visitantes en los últimos años y, actualmente forma parte de unos de los activos más importantes de la población. Su tramo, uno de los mejor conservados de la costa catalana y con más espacios protegidos, nos permite descubrir una belleza natural y ecológica única.

También tenemos la posibilidad de descubrir todo este entorno y recorrido desde el mar. Bien sea practicando kayak o paddle-surf o bien a bordo de un barco, crucero o moto acuática que nos ofrecen las numerosas empresas situadas en los diferentes puertos de la población.

Paseos por sus calles, visitas a las fortificaciones, paseos en bicicleta, o poder practicar motociclismo o viajar sobre un Ferrari en el Circuito de Calafat, también nos ofrecen la posibilidad de poder disfrutar de L'Ametlla de Mar de maneras diversas.

No podemos dejar de nombrar los tres puertos náuticos de los que dispone. Encontramos el Club Náutico situado dentro de la misma población. La acompañan el puerto Marina Sant Jordi y el puerto de Calafat, ubicados, como su nombre nos indica, a las Urbanizaciones de Sant Jordi d'Alfama y de Calafat respectivamente.

Snorkel

Senderismo por el camino de ronda

Circuito de Calafat

Lugares emblemáticos

Uno de los edificios más emblemáticos de la población es el Centro de Interpretación de la Pesca. Antigua lonja donde los pescadores vendian hace unos años el pescado mediante la subasta cantada con la figura del subastador, que iba cantando los precios de más a menos hasta que alguien hacía un gesto para avisar i que significaba que se quedaba aquella caja.

Actualmente, L'Ametlla dispone de una lonja nueva, moderna y informatizada, situada en la otra parte del puerto. Las cajas del pescado pasan a través de una cinta mecanizada, y los compradores, sentados en frente, como si fuera un teatro, tienen un mando donde pulsan un botón que les adjudica la compra de pescado.

Otro edificio emblemático y que también forma parte de la icónica imagen de la fachada marítima es la iglesia la Purificación de María, actualmente pintada toda de color blanco, y que sobresale por arriba de los otros edificios de la fachada. Su construcción data del año 1942, aunque se empezó a construir en 1927, pero su edificación se vio interrumpida durante la Guerra Civil.

El Castillo de Sant Jordi d'Alfama es otro de los lugares históricos de nuestra población. Se trata de una fortaleza de defensa construida en la primera mitad del siglo XVIII en una zona estrategia de la costa del golfo de San Jorge. El primer intento de edificar una fortificación en la zona fue una torre de vigilancia construida en el siglo XII, y reconstruida como fortaleza más adelante, en 1201, por los templarios, estableciendo la sede de la Orden de San Jorge de Alfama . Esta fortaleza, fue abandonada en 1650, después de ser bombardeada hasta su derrumbe por las galeras españolas, a fin de que no fueran ocupadas por las tropas francesas. De esta primera fortificación aún quedan algunos fundamentos cerca de la playa. Los sillares de la antigua fortaleza que no se rompieron fueron aprovechados para construir la actual fortaleza, pero en otro emplazamiento, algo más en el interior. Este nuevo fortín marítimo fue edificado entre 1732 y 1733 con el objetivo de vigilar rutas marítimas. Se hizo durante el reinado de Carlos II.

Castillo de Sant Jordi d'Alfama

Llegada de las barcas con las capturas del día en la Lonja de pescadores

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